Porto Santo, con sus 9 km de playa de arenas rubias, es el paraíso de los bañistas. Muchos dicen que no hay nada que hacer en esta isla, aparte de ir a la playa. Bien... eso es más o menos verdad, pero verá que una vez esté en esta maravillosa playa, bañada por sus aguas cristalinas, será el primero en decir: “¡Esto es vida. Quiero quedarme aquí y no hacer nada!” Sin embargo, durante el verano hay siempre muchas fiestas en la playa en los bares que allí existen.

Aparte de su encanto natural, la playa de Porto Santo cuenta con algunos bares, sombrillas hechas de hojas de palmera para protegerles del sol y baños con duchas.

Esta playa es también famosa por las propiedades terapéuticas de sus arenas. Como ha corroborado la ciencia, se dice que alivian los dolores causados por el reuma y aceleran la recuperación de los huesos rotos.

Para los que no viven el Porto Santo, solo hay una playa. Sin embargo, es tan grande que en realidad está dividida en playas más pequeñas, cada una con su nombre.