• Sacred Art Museum

Cuando los jesuitas llegaron a la isla, debían encontrar un lugar donde asentarse y tras estudiar varias posibilidades, terminaron utilizando la residencia del Seminario para instalar su escuela y su diócesis.

Del palacio original solamente queda la arcada manierista, que da al Largo do Município y a la Capela de São Luís de Toulosa, construida entre 1600 y 1604. El 31 de marzo de 1748 un fortísimo terremoto devastó la zona y entre los muchos edificios dañados estaba el Palacio Episcopal, la aduana de Funchal y casi todas las iglesias madre. El palacio quedó prácticamente inhabitable y muchas de estas iglesias, a punto de derrumbarse.

Como resultado, el obispo y sus familiares se mudaron al Palácio de São Lourenço, regresando a su residencia original solo en 1751 tras llevar a cabo unas extensas obras de reconstrucción y reparación.

El Palacio Episcopal es un majestuoso edificio donde aún podrá encontrar en las plantas baja y primera restos de los numerosos arcos y hornacinas. Toda la zona que rodea el palacio donde estaba situada también la antigua escuela secundaria fue vallada en su época. Más tarde se construyó aquí el actual Largo do Município (Plaza del Ayuntamiento).

Con la construcción de la nueva Escuela Secundaria de Funchal en 1950, la diócesis recuperó la antigua escuela e instaló allí el Museo de Arte Sacro. En los años previos se lanzó una gran campaña con el fin de recoger fondos y recuperar el incalculable patrimonio sacro de la diócesis, por lo que hacía falta espacio.

El patrimonio más destacado es la colección de cuadros flamencos de finales del siglo XV y principios del XVI, donde se pueden identificar piezas de diversos talleres, sobre todo de Amberes. Las exportaciones de azúcar de Madeira representaban uno de las bases económicas más importantes del comercio portugués con esta ciudad holandesa, lo que explica la presencia en la isla de estas pinturas y de algunas esculturas, que a menudo servían como moneda de pago. Hay que destacar también algunos cuadros portugueses, sobre todo la gran obra de Fernão Gomes relacionada con la Ascención del Señor, ejecutada a finales del siglo XVI.

El Palacio Episcopal y el Museo de Arte Sacra

Además, encontrará aquí el Tesoro de la Sé Catedral, cuyo objeto más destacado es la cruz procesional, donada por el rey Manuel I de Portugal y considerada una de las piezas más destacadas de todo el territorio luso.

La Isla de Madeira desempeñó también un importante papel en el comercio del Atlántico español y portugués durante los siglos XVI y XVII. Por ello, esta isla aprovechó el paso de los llamados “galeones de la plata” castellanos para que los talleres de los plateros locales de la época florecieran. Esta es la causa de que hoy se pueda ver en este museo una importante colección de objetos de plata como cálices, cruces procesionales y otras piezas religiosas.