Zonas Protegidas de Madeira

La terminal del Parque Natural da Madeira (el organismo que supervisa la reserva natural) está en Fajã Grande. Una “fajã” es un terreno fértil creado a causa de un corrimiento de tierra y éste se formó en 1984. Hoy en día es un puerto natural y el fondeadero oficial de la reserva.

El Valle de Castanheira es el hogar de la Tarántula de las Islas Desiertas, una especie de araña endémica de Madeira que puede llegar a tener el tamaño de una mano. Se considera que es la más grande de Europa.

El litoral de las Islas Desiertas es de unos 38 km y posee abruptos acantilados, casi inaccesibles. Al navegar por los islotes se pueden ver las numerosas cuevas formadas por la erosión del mar y un sinfín de playas de callaos y de arena.

Estas islas están compuestas por tres islotes (Ilhéu Chão, Deserta Grande y Bugio), todas de origen volcánico y con una antigüedad de unos 3.5 millones de años. Recibieron el título de Reserva en 1995 y son un patrimonio natural único, lleno de especies poco comunes y endémicas, siendo la más importante la foca monje del Mediterráneo (Monachus Monachus), considerada la más extraña del mundo.

Las Desiertas son una importante base donde anidan muchas aves marinas, dada su inaccesibilidad y la relativa ausencia de seres humanos.

Considerada la foca más escasa del mundo, es la “estrella” de la reserva y una de las principales razones por las que las Islas Desiertas fueron nombradas Reserva Natural. Hoy en día, la colonia posee unos 30 individuos (hay solamente 500 en todo el mundo) y siguen creciendo en las aguas de Madeira.

El Perenquén de las Islas Salvajes es una especie endémica, vive en hábitats rocosos y no está en peligro de extinción. Una de sus características principales es su habilidad para escalar superficies lisas, incluyendo el cristal.

La colonia más numerosa de pardelas cenicientas del mundo, alrededor de 18.000 parejas, se encuentra en las Islas Salvajes. Estas aves marinas residen en pequeñas islas y acantilados y construyen sus nidos en los agujeros de las paredes rocosas o bajo grandes peñascos. Su territorio se extiende desde Madeira a la Portugal continental, las Azores y las Canarias.

El Pampero de Fea (Pterodroma fea), una especie protegida, es un ave marina de la Macaronesia que solo anida en el Islote del Bugio de las Islas Desiertas y en Cabo Verde. Construye su nido en los huecos de los acantilados o los escarba en el suelo.

Este es el único pájaro que podrá ver durante todo el año en las Islas Salvajes. Es el mismo que vive en Canarias, pero diferente de los que se encuentran en la Isla de Madeira.

Este amistoso pez, que se aproxima a los submarinistas sin ningún temor y que puede pesar hasta 65 kg, es uno de los símbolos de la Reserva Natural de Garajau. Al ser tan dócil y venir a comer de la mano de los buceadores, es la mayor atracción de la reserva. Por culpa de su carácter amistoso y de la pesca submarina estuvo a punto de extinguirse. Hoy en día figura en la lista de especies en peligro de Portugal.

El pejeperro es una de las muchas especies que pueden encontrarse en la Reserva Natural de Garajau. Este pez de vivos colores posee un gran valor comercial y el macho suele tener más colorido que la hembra.

Descubiertas por marinos portugueses en el siglo XV, las Islas Salvajes (Ilhas Selvagens) sufrieron numerosos intentos de colonización que fallaron a causa de la falta de agua potable y de su naturaleza poco acogedora. Fueron propiedad privada hasta 1971, cuando el Estado portugués las adquirió y las convirtió en una reserva. Están compuestas de tres islas (Selvagem Pequena, Selvagem Grande e Ilhéu de Fora) y son un importante santuario de aves marinas, ya que el difícil acceso y la ausencia de mamíferos hacen de estas islas un paraíso para la anidación.

Dice la leyenda que el nombre de esta parte de la isla proviene de cuando Madeira fue descubierta, en 1420. Al parecer un marinero de Enrique el Navegante exclamó “¡San Lorenzo, ven!” cuando rodearon la punta del extremo este de la isla. Esta zona es completamente diferente del resto de Madeira, con sus altos acantilados y numerosas cuevas y playas, que pueblan toda la costa. Además, posee una playa de arena negra llamada Praínha, muy popular en verano.

La Tarántula de las Islas Desiertas (Lycosa ingens), aquí pueden ver un ejemplar joven, es una especie endémica de Desierta Grande, para ser más precisos del Valle de Castanheira, y habita bajo rocas y piedras. Existe alrededor de un millar de ejemplares y pueden medir 12 cm de pata a pata. Son caníbales y probablemente pocas alcanzan la edad adulta, incluso teniendo en cuenta que en cada puesta nacen entre 100 y 200 crías.

La Reserva Natural de Garajau, creada en 1986, fue la primera en su especie dedicada a la fauna marina de Portugal. Su objetivo es proteger esta privilegiada zona de la costa de Madeira y contribuir a la repoblación de estos caladeros, que están casi extintos por la sobreexplotación. Estas aguas son muy ricas biológicamente.

La laurisilva es el bosque natural de Madeira, que solía poblar grandes zonas de la Europa Central, del Mediterráneo y del Norte de África. Cuando los portugueses descubrieron la isla, la laurisilva cubría la mayor parte pero hoy en día se encuentra casi exclusivamente en el norte, en altitudes de entre 300 y 1300 metros. Este bosque subtropical posee gran importancia desde el punto de vista botánico y científico, por lo que la UNESCO la ha nombrado Patrimonio de la Humanidad.