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Quinta das Cruzes posee unos bellos jardines donde podrá admirar las esculturas arqueológicas, entre las que se encuentra la tumba de piedra que según la leyenda se utilizó para cubrir los restos mortales de “Henrique Alemão”, como se conocía en Portugal al rey Vladislao III Jagellón de Polonia y Hungría.
Como motivo central del jardín se encuentran las dos maravillosas ventanas manuelinas del siglo XVI excavadas en basalto.
En una zona de aproximadamente 10.000 m2 encontrará una antigua casa señorial, que funciona hoy en día como museo de artes decorativas y muebles; la capilla de “Nossa Senhora da Piedade”; el jardín arqueológico; una plantación de orquídeas, alcanforeros, palmeras, eucaliptos de Australia y muchas otras especies.
La Quinta das Cruzes, también conocida por su espléndido despliegue de orquídeas, era en realidad la casa de un importante mercader de vinos y, de hecho, según dice la historia, la Quinta fue la última residencia del descubridor de Madeira, João Gonçalves Zarco.
