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Las Desiertas constan de tres pequeñas islas, Ilhéu Chão, Deserta Grande y Bugio, todas de origen volcánico.
Estas islas están inhabitadas dadas las condiciones tan inhóspitas que presenta, además de la falta de agua fresca. Fueron declaradas espacio protegido en 1990 y cinco años más tarde pasaron a ser reserva natural, por lo que es precisa una autorización para visitarlas.
Aunque el programa de protección en un principio se ideó para los leones marinos que las habitan (Las Islas Desertas son el último refugio de la especie de foca monje), ahora cubre el ecosistema total de las islas. La colonia de leones marinos, que en la actualidad ronda los 23 miembros y continua creciendo sin cesar, es uno de las últimas del mundo.
