• Carnival of Madeira

El Carnaval brasileño pudo verse influido por las fiestas espontáneas que empezaron a celebrarse en las calles de Funchal, en la isla de Madeira.

Existen varios datos y documentos históricos que corroboran la tesis de quienes creen que el famoso "Carnaval de Brasil", tal como lo conocemos hoy, puede haber evolucionado, de hecho, a partir del primitivo "Carnaval de Madeira".

Se cree que el Carnaval de Madeira, una de las primeras grandes carteleras que aparecieron en esta isla con una larga tradición en el sector turístico, pasó por varias fases antes de alcanzar el estatus oficial de cartelera turística en la década de 1980, y puede haber influido en el Carnaval brasileño.

Para apoyar esta tesis, el historiador madeirense (ya fallecido), Alberto Vieira, del Centro de Estudios de Historia Atlántica, recordó que "según algunos autores, los orígenes del Carnaval de Madeira se remontan a la época dorada de la producción azucarera, en el siglo XVI, y a su vinculación con los esclavos", declaró entonces a la agencia Lusa el historiador, subrayando que se trata de una "mezcla de tradiciones paganas, europeas y africanas".

Según el muy respetado profesor e investigador -que dejó un legado muy valioso con varias obras y trabajos de investigación- recuerda que cuando comenzó la expansión del azúcar en el Atlántico, desde la isla de Madeira, "con ella también viajaron tradiciones y expresiones lúdicas, por lo que puede haber una influencia de Madeira en las fiestas de carnaval en Brasil", dice Alberto Vieira.

De la tradición al Carnaval de hoy

Todos los años, el Gobierno Regional de Madeira invierte miles de euros en estas fiestas, que invariablemente se traducen en una ocupación turística superior a la media anual, con hoteles llenos de turistas, que luego se mezclan con los residentes populares y locales, y también con elementos de la organización del evento, que suele implicar a unas cinco mil personas, además de los cerca de dos mil juerguistas de los diversos desfiles de carnaval.

Actualmente, el Carnaval de Madeira está marcado por cuatro momentos distintos:

- La "Festa dos Compadres", que este año tiene lugar los días 1, 3, 4 y 8 de febrero en el municipio de Santana (norte de la isla), marca el inicio de las celebraciones de Carnaval. Consiste en un "enfrentamiento entre títeres (el compadre y la comadre) que se acusan mutuamente y se revelan sus faltas y pecados" y, "al final, ambos son quemados como castigo, aliviando así las tensiones sociales y preparando a la comunidad para un nuevo ciclo". Esta festividad forma parte de los antiguos rituales del paso del invierno a la primavera, y se popularizó en los años 60 del siglo XX. Hoy en día, es un lugar emblemático del municipio de Santana, donde miles de personas acuden a presenciar el "juicio" de los compadres.

- El "Carnaval de los Niños", que en la mañana del viernes 9 de febrero, víspera del Carnaval, reúne a unos mil pequeños juerguistas de diversos centros educativos de Funchal, desfilando por la plaza central de la Avenida Arriaga, luciendo sus disfraces de Carnaval, en un ambiente de fantasía y emoción;

- El "Cortejo Alegórico", que siempre tiene lugar el "Sábado Gordo", y este año se celebra el 10 de febrero. Es el más publicitado y utilizado en la promoción turística, y data de los años setenta. Al principio lo organizaba la Juventud Católica, pero en 1980 se incluyó en el programa de la Oficina Regional de Turismo y acabó "profesionalizándose". Es el que hoy más se parece al Carnaval brasileño, aunque tiene su propia identidad y es disfrutado por muchos de los que visitan la isla. De hecho, es uno de los puntos álgidos del calendario festivo de Madeira como "una ola de alegría que se extiende por todo el archipiélago". Los juerguistas recorren la Avenida do Mar, en la ciudad de Funchal, que se transforma en un sambódromo, en un espectáculo de luz y color al que asisten miles de personas, en pleno centro de la capital de Madeira.

- El "Cortejo Trapalhão" tiene lugar el Martes de Carnaval o Martes de Carnaval. Este año tiene lugar el 13 de febrero, y puede clasificarse como una marcha satírica, cargada de patrimonio cultural y que "surge en la secuencia de lo que originalmente se hacía de forma espontánea en la Rua da Carreira, en la primera mitad del siglo XX". Con la creatividad de los participantes sin límites, ya que contempla momentos que van desde la sátira social y política, hasta el simple disfraz de caracterización, en un desfile abierto a la participación del público y en general, nacionales y extranjeros, pudiendo realizarse de forma individual o en grupo, en las diferentes categorías de las cuatro clases que componen la clasificación - Clase Adulto, Clase Infantil, Clase del Mejor Payaso, Clase Rey Payaso y Travesti. Los ganadores de cada categoría obtienen un premio en metálico.

Siguiendo con el Cortejo Trapalhão, cabe destacar que se considera "el más auténtico y el que mejor refleja la tradición carnavalesca de Madeira, cuando las calles se llenaban de gente disfrazada con ropas antiguas, máscaras hechas a mano y caras pintadas con hollín". Este estilo popular, nacido a finales del siglo XIX, contrastaba con los bailes privados que tenían lugar en casas palaciegas y hoteles de lujo. En la primera mitad del siglo XX, juerguistas enmascarados se reunían en la Rua da Carreira, en el centro de Funchal, donde tenía lugar una batalla de huevos, harina, agua, serpentinas y confeti. Los excesos cometidos aquí eran tan graves que, en 1910, el Gobierno Civil promulgó un edicto con prohibiciones. Más tarde, en 1948, también se prohibió el uso de máscaras y travestis. La batalla carnavalesca de la Rua da Carreira terminó a finales de los años 40, pero los madeirenses siguieron llevando máscaras y disfraces y recorriendo las calles los días de Carnaval, y era habitual "robar" en casas particulares, obligando a los propietarios a ofrecer mal-assadas (uno de los manjares típicos de la época) sin revelar nunca su identidad. En los años 70, grupos de juerguistas más o menos organizados volvieron a las calles de Funchal, en recuerdo de los tiempos de la Rua da Carreira, y así nació el Cortejo Trapalhão. Al igual que el Cortejo Alegórico, recorre las avenidas marginales mostrando una gran variedad de disfraces y críticas sociales".

En la isla de Madeira dicen que "la vida son dos días y el Carnaval tres". De hecho, en Madeira van a ser dos semanas de festividades que no querrá perderse.

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